Enrique Molina: el inolvidable actor cubano que hoy hubiese celebrado un nuevo año de vida

Cuba recuerda hoy a uno de sus intérpretes más queridos. El actor Enrique Molina hubiese cumplido hoy 82 años de vida, y su legado artístico continúa vivo en la memoria colectiva de la isla. 

Nacido en Santiago de Cuba el 31 de octubre de 1943, Enrique Molina se convirtió en uno de los rostros más reconocibles y admirados de la televisión, el cine y el teatro cubanos. Su talento, carisma y naturalidad frente a las cámaras le valieron el cariño del público y el respeto de sus colegas durante más de cinco décadas de carrera. 

Artista de raíces profundas 

Molina comenzó su trayectoria en los años 60, participando en grupos teatrales de su provincia natal. Más tarde se trasladó a La Habana, donde ingresó en la televisión cubana y empezó a trabajar en dramatizados y telenovelas. Su versatilidad le permitió interpretar desde campesinos humildes hasta figuras históricas, siempre con una autenticidad que trascendía la pantalla. 

Entre sus papeles más recordados figuran su participación en la telenovela «Tierra Brava», donde interpretó al inolvidable Silvestre Cañizo, y su trabajo en «El cuerno de la abundancia», filme de Juan Carlos Tabío que lo consagró como uno de los grandes actores del cine cubano contemporáneo. También brilló en producciones como «La otra cara de la luna», «Cuando el agua regresa», «José Martí: el ojo del canario» y «Esther en alguna parte». 

Una vida dedicada al arte 

Con una voz inconfundible y una presencia escénica poderosa, Enrique Molina logró algo poco común: conectar con varias generaciones de cubanos. Fue capaz de emocionar, provocar risas y reflexionar sobre la vida cotidiana del país.
Además de su trabajo frente a las cámaras, colaboró como formador de jóvenes actores y participó en numerosos proyectos culturales. 

El artista falleció en septiembre de 2021, víctima de complicaciones asociadas a la COVID-19, dejando un vacío profundo en la escena nacional. Sin embargo, su huella permanece intacta en cada personaje que interpretó y en cada espectador que lo vio crecer desde la televisión o el cine. 

Un legado que no se apaga 

Cada aniversario de su nacimiento es motivo de homenaje. Las redes sociales se llenan de mensajes, fotos y escenas de sus interpretaciones más queridas. Su figura representa no solo el talento, sino también la humildad y la entrega de una generación de actores que marcaron la historia cultural de Cuba. 

Hoy, al recordarlo, Cuba vuelve a aplaudir al hombre que dio vida a tantos personajes inolvidables. Porque Enrique Molina no solo actuaba: vivía cada papel con el alma, y ese es el secreto de su permanencia.