El Aeropuerto José Martí activa decenas de nuevas plazas laborales

El Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana, ha publicado una convocatoria para cubrir al menos siete posiciones clave en su Unidad Empresarial de Base (UEB), ubicada en Wajay, municipio de Boyeros. La iniciativa responde a la significativa merma de personal, vinculada al éxodo laboral que atraviesa la isla. 

Vacantes ofertadas y condiciones 

Las plazas incluyen roles técnicos y especializados, con rangos salariales que van desde 5 .600 hasta 7 .350 pesos cubanos mensuales, además de incentivos variables por resultados o utilidades. Entre los puestos disponibles destacan: 

• Especialista B en Inversiones 
• Auditor (adjunto y principal) 
• Especialista B en Gestión Económica 
• Especialista B en Informática 
• Especialista en Comunicaciones, Automática y Servicios Técnicos 
• Asesor Jurídico 
• Especialista B en Transporte Automotor 
• Especialista B en Aeródromos (ingeniería civil) (d-cuba.com, directoriocubano.info) 

Algunas posiciones ofrecen jornadas de lunes a viernes entre 8:00 y 16:30, y el proceso de selección está a cargo del Departamento de Capital Humano, que puede recibir currículos o documentación similar.  

Contexto del éxodo: cifras y consecuencias 

Este llamado de contratación coincide con un desplome poblacional estimado entre el 10 % y el 18 % en los últimos años, reflejo del éxodo más intenso desde 1959. Solo a Estados Unidos han emigrado más de 850 000 cubanos entre 2022 y 2024; otras rutas migratorias, como México, Brasil o Uruguay, han sumado decenas de miles más. 

En apenas dos años, Cuba perdió más de un millón de residentes, alrededor del 10 % de su población, según cifras gubernamentales oficiales presentadas en la Asamblea Nacional. 

El demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos advierte que la isla ha sufrido un verdadero “vaciamiento demográfico”, especialmente de personas en edad laboral, lo que reduce el ritmo productivo y agrava el envejecimiento poblacional. 

Elementos estructurales del fenómeno 

Este éxodo no es resultado exclusivo de decisiones individuales, sino que obedece a causas profundas: 

Inflación extrema y escasez prolongada, con más del 90 % de la población expresando dificultades para obtener alimentos y medicinas regularmente. 

Reformas económicas incompletas, que tras la unificación monetaria redujeron sustancialmente el poder adquisitivo real de la mayoría de hogares. 

Inestabilidad energética, marcada por apagones que prolongan hasta más de 24 horas, afectando servicios básicos y entorpeciendo el desarrollo laboral. 

Freno a la movilidad profesional, con restricciones a la salida de profesionales, en contraste con los altos costos de trámites migratorios. 

Impacto directo en el aeropuerto y sectores claves 

El déficit de talento es palpable en áreas como turismo, salud y logística: 

En el aeropuerto, la escasez de especialistas en aeródromos, informática, logística y asesoría jurídica podría comprometer la calidad operativa y la eficiencia del servicio. 

En turismo y gastronomía, se reportan plantillas reducidas casi a la mitad tras la pandemia, lo que limita la capacidad de recuperación. 

Lo que urge resolver

La convocatoria aeroportuaria es una respuesta visible al déficit inmediato, pero difícilmente sustraerá a la institución de la tendencia migratoria. Las medidas de retención efectivas requerirían: 

Mejorar sustancialmente los salarios y beneficios, alineándolos con las expectativas y necesidades reales del personal cualificado, para erosionar el incentivo migratorio. 

Modernizar infraestructuras, especialmente energéticas, logísticas y sanitarias, para ofrecer entornos laborales funcionales. 

Facilitar trayectorias profesionales, alternativas legales y reconocimiento adecuado para especialistas, lo cual fomentaría la permanencia de talento. 

Abrir diálogos con la sociedad civil, generando políticas participativas que respondan a las expectativas reales de la población, no solo discursos institucionales.