Cubanos en Canadá: entre el choque cultural y el anhelo de una vida mejor

Cada vez son más los cubanos que eligen Canadá como destino para rehacer sus vidas. Atraídos por la estabilidad del sistema, la seguridad ciudadana y las oportunidades de superación, emprenden un viaje que no solo las aleja geográficamente de Cuba, sino también emocional y socialmente de su realidad anterior. Sin embargo, esa decisión, aunque valiente, no está exenta de obstáculos. 

Uno de los primeros retos a los que se enfrentan es el idioma. En muchas provincias, especialmente en Quebec, el francés es predominante y necesario para casi cualquier trámite o empleo. Aunque algunas llegan con conocimientos de inglés, pronto descubren que no es suficiente. Esto obliga a muchos a inscribirse en cursos gratuitos que ofrece el gobierno, lo cual retrasa su inserción laboral. 

Además del idioma, está el factor climático. El frío canadiense, especialmente para quienes vienen del trópico, es algo más que una experiencia nueva: puede ser paralizante.  

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Cubano en Canadá revela sus dificultades: ¿vale la pena emigrar?

Hay quienes no están preparados físicamente ni emocionalmente para los meses de nieve y encierro. Aun así, muchos cubanos destacan la solidaridad de los locales, que suelen apoyar con ropa de invierno, consejos y hasta alimentos para los recién llegados. 

El proceso para conseguir empleo también puede ser más lento de lo esperado. Incluso con estudios universitarios, varios cubanos terminan aceptando trabajos temporales en sectores como limpieza, manufactura o cuidado de adultos mayores. Esto se debe, en gran parte, a la falta de “experiencia canadiense”, un requisito que muchos empleadores valoran por encima de títulos extranjeros. 

Vivir en Canadá tampoco es barato. Entre renta, transporte y alimentación, los gastos pueden superar fácilmente los 1,500 dólares canadienses al mes para una persona sola.  

Esta realidad obliga a muchos migrantes a compartir vivienda o recurrir a ayuda comunitaria. Afortunadamente, la comunidad cubana en ciudades como Toronto y Montreal ha crecido y se ha organizado: es común encontrar eventos, grupos de apoyo y redes solidarias que ayudan a amortiguar el impacto del cambio. 

En medio de todo, el deseo de construir un futuro mejor se mantiene intacto. Los cubanos en Canadá no solo enfrentan el desafío de adaptarse a una nueva tierra, sino también el de demostrar su capacidad, inteligencia y fortaleza. Si bien la travesía migratoria está llena de incertidumbre, también es un camino hacia la reinvención personal y la esperanza.