Cubana en Hialeah conquista sus días desde las 2:30 a.m.

Cuando muchos apenas han conciliado el sueño profundo, Dilen Perdomo ya está despierta. A las 2:30 de la madrugada, esta cubana residente en Hialeah comienza su rutina diaria, una decisión personal que ha convertido en su forma de vida. Y lo cuenta sin queja ni drama, al contrario: lo hace con orgullo y con una sonrisa que transmite más determinación que cansancio. 

La madrugada como espacio de libertad 

En un video reciente compartido en redes sociales, la protagonista relata cómo ha salido adelante con trabajo duro y sacrificio. Desde hace siete años trabaja en un food truck, donde vende sándwiches, sodas, comida, etc.  

Perdomo asegura que se levanta cada día a las 2:30 a.m., un horario en el que la mayoría de las personas se encuentran descansando. Sin embargo, ella debe cargar el camión, comprar víveres y recorrer varias millas antes de instalarse en las calles de Miramar. 

 

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Una rutina construida con esfuerzo 

Lejos de ser una imposición, esta disciplina forma parte de su forma de entender la vida desde que emigró. Aunque está sola en muchos aspectos, dice sentirse más fuerte que nunca, porque sabe que este país está lleno de sacrificios, pero también de oportunidades.  

La frase que la acompaña ,“sola, pero libre”, resume todo. Dilen Perdomo entiende que las cosas buenas pueden tomar un poco más de tiempo, pero siempre vale la pena luchar por ellas. 

Para quienes se desesperan porque no ven los resultados que esperaban de una manera tan rápida, Dilen les recomienda tener paciencia, no cometer actos criminales y tener fe de que sus papeles llegarán. 

Una historia que toca fibras 

Su relato ha conmovido a miles de usuarios en redes sociales. Lejos de mostrarse como una víctima o como alguien agotada por la rutina, Perdomo irradia alegría y fortaleza.  

Su testimonio conecta especialmente con otras mujeres migrantes que, como ella, han tenido que reconstruirse lejos de sus raíces. Y es que esta cubana asegura que lo hace por su familia, para darle mejores oportunidades y sacarlos adelante. 

Empezar antes que el sol… y con propósito 

Más que madrugar, lo que Dilen ha aprendido es a valorar cada oportunidad que surge en la vida. A saber que los sacrificios tienen recompensas y que es cuestión de tiempo, fe y paciencia que todo llegue en esta vida. 

Su ejemplo sin dudas inspira a miles de migrantes que llegaron en busca de un sueño de libertad y prosperidad.