Descubre la casa en Cuba donde Ana de Armas vivió su infancia

Ana de Armas, la actriz cubana que ha conquistado Hollywood con su talento y carisma, tiene sus raíces en Santa Cruz del Norte, un pequeño municipio de la provincia de Mayabeque en Cuba. Aunque su carrera la ha llevado a escenarios internacionales, su historia comienza en una casa sencilla que, con el paso del tiempo, ha quedado marcada por el abandono. 

Un hogar modesto en Santa Cruz del Norte 

La vivienda donde Ana pasó su infancia se encuentra en el barrio El Machete, en Santa Cruz del Norte. Según testimonios de vecinos y residentes locales, la casa muestra signos de evidente abandono. Aunque sigue siendo habitada, no por familiares directos de la actriz, sino por personas ajenas a su entorno familiar. 

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Recuerdos de una niñez feliz 

A pesar de las dificultades propias del periodo especial en Cuba, Ana de Armas ha descrito su infancia como feliz. Creció en un entorno donde la sencillez y la calidez eran el pan de cada día. Vecinos que conocieron a la familia de la actriz en su juventud han compartido sus recuerdos, destacando la humildad y el cariño que caracterizaban a su hogar. 

De Cuba a Hollywood: el salto de Ana de Armas hacia el estrellato 

A los 14 años, Ana decidió seguir su pasión por la actuación y se unió a la Escuela Nacional de Arte de Cuba. A los 18 años, emigró a España para continuar su carrera, y poco después se trasladó a Los Ángeles.  

En Hollywood, su talento la llevó a papeles destacados en películas como Blade Runner 2049, Knives Out y No Time to Die. Su interpretación de Marilyn Monroe en Blonde le valió una nominación al Oscar, consolidándola como una de las actrices más prometedoras de su generación. 

Conexión con sus raíces 

A pesar de su éxito internacional, Ana de Armas mantiene una conexión profunda con su tierra natal. Según información de medios independientes, la actriz ha visitado Cuba en varias ocasiones y mantiene contacto con su mejor amiga de la infancia, cuya familia aún reside en la zona. 

La casa en Cuba donde Ana de Armas vivió su infancia es un reflejo de sus humildes orígenes y del camino que ha recorrido para convertirse en una estrella internacional. Aunque el paso del tiempo ha dejado huellas en esa vivienda, los recuerdos de una niñez feliz y llena de amor siguen vivos en el corazón de la actriz y en los relatos de quienes la conocieron.