Así nació “Don Bartender”, un ron cubano para el mundo

La historia del ron Don Bartender está ligada, indisolublemente, a la de su creador Eduardo Pérez. Este antillano descubrió cómo, en medio de la crisis, el ingenio y el esfuerzo logran grandes resultados. 

Reinventare o perecer en el Periodo Especial cubano  

Con tan solo 18 años, Pérez entendió que necesitaba darle un sentido a su vida en Cuba. Eran los años difíciles del llamado “Período Especial” en Cuba, donde a penas había para comer. 

Sería por esta época cuando Eduardo buscó alternativas fueras de las aulas universitarias que pudieran llevar algo de comida y dinero a su casa. Ahí descubrió los cursos que ofrecían hoteles como el Sevilla y el Comodoro, y se enlistó en lo que cambiaría su vida para siempre. 

Atender al público, estar cara a cara con el cliente, se transformó en una pasión que pervive hasta hoy. En entrevista con medios independientes, Eduardo Pérez asegura que, en aquellos tiempos donde todo escaseaba, había que inventar con lo que se tenía a mano. 

En busca de nuevos horizontes 

Aunque el trabajo lo apasionaba, pronto el joven bartender entendió que locales como la Casa de la Música de Miramar y los bares de hoteles, era lo más lejos a lo que llegaría en Cuba. 

Así que, como tantos otros, metió su vida en una maleta y se marchó a México. En ese país vivió hasta que la lotería de visas lo llevó a instalarse en Miami, ciudad en la que aún reside y mantiene su negocio. 

A su llegada a Estados Unidos, trabajó durante un tiempo en las noches de South Beach. Sin embargo, eran jornadas largas que lo mantenían alejado de su familia. Por tal motivo dejó su pasión tras la barra y probó trabajos en restaurantes y electricidad marina. 

Paralelamente, estudió cine y televisión, donde aprendió a manejar una cámara, editar y el proceso de producción. Todas estas habilidades las aplicaría más adelante en su propio negocio. 

Nace Don Bartender 

Fue en esta época cuando Eduardo tiene la idea de crear un ron para todos aquellos que no tienen conocimientos de coctelería o las herramientas necesarias. Y es que, la propia botella, ya funciona como una coctelera perfecta, que le permite al cliente preparar de forma rápida y elegante su propio trago. 

El envase incluye un medidor y hasta un código QR, el cual fue creado por Pérez con tutoriales que él mismo grabó. 

Tras varias pruebas, finalmente se decantó por seleccionar un ron blanco de 40 grados, ideal para mezclas suaves. Este ron es perfecto para quienes desean preparar tragos típicos como mojitos o daiquirís. 

Consejos para nuevos emprendedores 

Tal y como demuestra la creación de Don Bartender, todo negocio requiere de esfuerzo, sacrifico y constancia. Ese sería el primer consejo que Pérez da a quienes sueñan con tener un día su propio emprendimiento. 

Añade, además, la importancia de la superación y de rodearse de personas que ayuden a crear ese sueño y ese camino. Ambas cosas son fundamentales para salir adelante en un mundo cada vez más competitivo.