Historia del puente Almendares, uno de los lugares más emblemáticos de La Habana

Te contamos acerca de la historia del mítico puente Almendares, también llamado puente Asbert, uno de los lugares más emblemáticos de La Habana.

La capital de Cuba está repleta de fabulosos lugares, llenos de interesantes historias que han forjado la esencia de los habaneros de hoy. Como resultado, en La Habana podemos encontrarnos con espectaculares monumentos naturales, así como impresionantes obras arquitectónicas que, pese a los años, aún prevalecen.

Una de las construcciones más imponentes e interesantes que aún se mantienen en La Habana es, sin duda, el puente Almendares, o puente Asbert. Se trata de uno de los más grandes tesoros para los ciudadanos de la capital, debido a la gran relevancia que ha tenido a lo largo del tiempo.

En primer lugar, tengamos en cuenta que se trata de una amplia construcción realizada en hormigón sobre el conocido Río Almendares. Su construcción, data de principios del siglo XX y constituye uno de los primeros pasos que la capital cubana empezó a dar para su modernización.

Según comentan historiadores, al parecer, durante años gobernantes antillanos trataron de resolver las dificultades de movilización de los locales de un lado a otro de la provincia. En consecuencia, en 1907 trataron de levantar un puente de metal sobre el Río Almendares; pero este no serviría de mucho debido a que el material es poco resistente.

Por lo tanto, optaron por construir un puente con estructura de hormigón que atravesara el Río Almendares desde la Avenida 23 de La Habana. De este modo, y tras varios años de trabajo, se concluyó la obra a través de la cual se dio la bienvenida a una nueva etapa en la capital cubana.

Puente Almendares favoreció el desarrollo de La Habana

Asimismo, en una Habana todavía un tanto rural, la construcción del Puente Almendares favoreció el desarrollo de la ciudad capital. Esto, sobre todo, por tratase de la primera obra de esta magnitud y dimensiones que se levantaba en la provincia.

En primer lugar, recordemos que para trasladarse de La Habana a Marianao, las personas debían cruzar a pie un puente colgante sobre el río. De este modo, resultaba literalmente imposible pasar de un municipio a otro con carros u otros medios de transporte; lo que representaba un problema.

Por lo tanto, surge la idea de conectar estos importantes municipios de La Habana a través de un puente que atravesara el Río Almendares. Así, resultaría más fácil y rápido el desplazamiento hacia Marianao; partiendo de la Avenida 23 de Vedado.

También, hasta antes de la construcción de este puente, todos los que se construían en la capital del país eran de metal; el material más común de la época. Sin embargo, para el levantamiento de esta obra se logró desarrollar una idea más moderna, implementando por primera vez el hormigón para este tipo de construcciones.

Además, por si fuera poco, se trató de un inusual puente con doble vía que gozaba de iluminación eléctrica; algo realmente innovador para entonces. Esto sucedió, gracias a los acuerdos que el Gobernador Provincial Ernesto Asbert logró con la compañía Havana Electric Railway.

Finalmente, el puente que Asbert levantó sobre el Río Almendares de La Habana, se terminó hacia el año 1911; inaugurándose el 23 de enero de ese año. El mismo, no solo resultó una obra novedosa en Cuba; sino incluso en la región, permitiendo que la Isla fuese pionera en este tipo de construcciones.

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