¡De Venezuela a Asturias! Cubano triunfa cocinando pollo venezolano

Este cubano-venezolano de 52 años, hijo de madre cubana y padre vasco, dejó atrás dos dictaduras: la de Cuba por herencia y la de Venezuela por experiencia propia.

Logró reconstruir su vida en Oviedo, España. Hoy, un cubano triunfa cocinando pollo venezolano en Asturias, y su historia inspira.

Su negocio, La Pollería de Otero, no es solo un local de comida para llevar. Es un símbolo de lucha, esfuerzo y sazón.

Índice de contenido

• De la represión al renacer
• La Pollería de Otero
• Reconocimiento con sabor a estrella
• El secreto está en el sazón

De la represión al renacer

Ramón vivió en carne propia el colapso de Venezuela. Su madre, marcada por el castrismo, le advirtió que el modelo de miseria y censura se repetiría. Y tuvo razón. En 2017, tras casi una década tramitando papeles, Ramón partió rumbo a España con la esperanza de una vida libre y digna.

Comenzó de cero en Canarias, y años más tarde, por amor, se mudó al norte de España. Fue en Oviedo donde encontró el lugar ideal para abrir su proyecto personal: un rincón gastronómico que combinara sabores venezolanos, cubanos y asturianos.

La Pollería de Otero

Ubicada en la Calle de Otero 3, en un barrio con una población mayor envejecida, La Pollería de Otero nació como respuesta a una necesidad real: comida casera, sabrosa y accesible, lista para llevar.

El plato estrella es el pollo asado con salsa de sidra, un guiño asturiano a una receta tradicional venezolana. Pero el menú va mucho más allá: arepas, tequeños, raciones, bocadillos, costillas, hamburguesas y arroces por encargo.

La cocina está a la vista, y el ambiente es tan cercano como familiar. «Aquí todo es hecho con cariño, con productos buenos y sin inventos», asegura Ramón.

Reconocimiento con sabor a estrella

El éxito del local no solo se mide en unidades vendidas (más de 50 pollos un domingo cualquiera), sino también en la opinión de sus clientes. En plataformas como Uber Eats y Just Eat, La Pollería de Otero recibe reseñas positivas constantes: 4.5 estrellas en Uber Eats y 4.6 estrellas en Just Eat.

Los usuarios destacan el sabor casero, la atención personalizada y la excelente relación calidad-precio. Muchos incluso viajan desde Gijón o Mieres solo para repetir.

Con un pedido mínimo de entre 9 y 10 euros y entregas desde 2,90 €, el negocio se adapta a las condiciones del entorno, sin perder su esencia.

El secreto está en el sazón

Su preparación incluye orégano, cebolla, ajo, comino, páprika, morrón, ají dulce, aceite y vinagre. El pollo se marina, se amarra con técnica para proteger alas y muslos, y se hornea lentamente. El resultado es jugoso, crujiente por fuera y cargado de nostalgia.

Ramón cocina solo, como lo hacía en Venezuela, donde llegó a servir a 1500 personas al día. Reformó un viejo local que antes vendía congelados, invirtió miles de euros y superó trabas legales. Nunca vio las ayudas prometidas, pero no se detuvo.

Hoy sueña con abrir un restaurante con mesas, donde pueda contar su historia mientras sirve cada plato. Mientras tanto, seguirá cocinando desde La Pollería de Otero, donde cada bocado cuenta una historia de lucha y renacimiento.

Un cubano triunfa cocinando pollo venezolano en el corazón de Asturias. Y su éxito sabe a libertad.