Ana de Armas visita la escuela en Cuba que la vio nacer como actriz

Ana de Armas, la célebre actriz internacional, ha vuelto a sus orígenes en la Escuela Nacional de Arte (ENA) en Cuba. Acompañada por su amiga y colega actriz, Claudia Muma Alvariño, Ana recorrió los mismos pasillos que una vez marcaron sus primeros pasos en el mundo del espectáculo.

El emotivo retorno de Ana de Armas a su escuela

La visita, documentada por Claudia Muma en su cuenta de Instagram, nos muestra imágenes emotivas de Ana recorriendo los corredores de la ENA, un lugar que parece haber permanecido casi inalterado durante las últimas dos décadas.

“Han pasado 22 años… nuestra escuela”, expresó Claudia Muma, añadiendo un toque de nostalgia a sus publicaciones.

Durante su estancia en la escuela, Ana y Claudia no solo revivieron recuerdos, sino que también compartieron momentos con jóvenes artistas emergentes.

En las historias de Instagram de Muma, se destacó la emoción de estos jóvenes al conocer a las actrices, evidenciando el impacto perdurable que Ana y Claudia tienen en la nueva generación de artistas cubanos.

Las visitas de Ana de Armas a Cuba se han vuelto más frecuentes en los últimos tiempos. En febrero de este año, la protagonista de “Blonde” estuvo en La Habana, donde se reunió con amigos en un conocido centro nocturno de la capital y con destacadas artistas cubanas.

Estos encuentros subrayan su conexión continua con la cultura y el pueblo cubano, a pesar de su prominente carrera internacional.

Su reciente visita a la ENA parece enfocarse más en la celebración de la cultura y las artes, áreas donde siempre ha mostrado un profundo respeto y amor.

 

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Emocionante viaje

Ana de Armas ingresó a la ENA a la edad de 14 años, enfrentando desafíos diarios como viajar largas distancias para asistir a un programa considerado riguroso.

Durante su tiempo en la escuela, participó en la producción de tres películas, a pesar de las dificultades que enfrentó al tener que faltar a clases debido a sus compromisos cinematográficos.

Su decisión de abandonar la escuela meses antes de presentar su tesis final estuvo motivada por una normativa que impedía a los graduados cubanos viajar al extranjero sin haber cumplido tres años de servicio obligatorio al estado.

A los 18 años, Ana se mudó a Madrid, impulsada por el consejo de un agente español que la animó a perseguir su sueño de desarrollar una carrera como actriz fuera de su país natal.

El emocionante viaje de Ana de Armas al lugar donde todo comenzó hace más de dos décadas demuestra su firme conexión con sus raíces cubanas.